25 de Septiembre del 2024
Tras un prolongado debate de casi nueve horas, el Senado de la República aprobó con 86 votos a favor y 42 en contra la reforma constitucional que integra a la Guardia Nacional (GN) dentro de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). Esta decisión transforma a la GN en una fuerza de seguridad pública de carácter permanente, profesional y con formación militar.
La senadora Citlalli Hernández (Morena) abrió el debate, destacando que la reforma representa un paso clave en la seguridad nacional. Subrayó que la creación de la Guardia Nacional fue resultado de la incapacidad de la antigua Policía Federal para enfrentar la inseguridad. “Este dictamen es producto de un amplio consenso y responde a la demanda ciudadana de contar con una institución confiable, libre de corrupción", señaló.
Desde la oposición, Susana Zatarain (PAN) criticó la medida, argumentando que la GN nunca logrará consolidarse como una fuerza independiente bajo el control militar. Aseguró que la reforma es un paso hacia el militarismo, y expresó que lo que México necesita es una Guardia Nacional robusta y policías mejor capacitados.
Ricardo Anaya Cortés (PAN) añadió que la militarización no ha funcionado en los últimos gobiernos, mencionando los altos índices de homicidios registrados desde el sexenio de Felipe Calderón. Según Anaya, este enfoque ha sido fallido y no resolverá los problemas de seguridad del país.
Por su parte, Manuel Añorve Baños (PRI) afirmó que la reforma refleja la incapacidad del gobierno actual para garantizar la seguridad de la ciudadanía, culpando a las administraciones pasadas y delegando la responsabilidad en el Ejército.
En contraste, Juanita Guerra Mena (PVEM) y Alberto Anaya Gutiérrez (PT) defendieron la reforma. Guerra Mena destacó la confianza que el pueblo mexicano tiene en las fuerzas armadas, mientras que Anaya Gutiérrez afirmó que la coordinación de la GN con la SEDENA garantizará profesionalismo y disciplina.
Clemente Castañeda Hoeflich (Movimiento Ciudadano) criticó que la reforma fractura la separación entre el poder civil y militar, lo que distorsiona el diseño institucional del Estado mexicano.
A pesar de las críticas, la reforma fue aprobada en lo general y en lo particular, con 86 votos de Morena, PT, PVEM y un voto del senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez, superando la mayoría calificada requerida. Ahora, la reforma será remitida a las legislaturas estatales para su ratificación.