26 de Noviembre del 2024
Imagina que eres un niño y, de repente, llegas a una oficina extraña en un lugar llamado Agencia del Ministerio Público (AMP). Probablemente estás aquí porque te ha sucedido algo que los adultos llaman “delito” o porque tus padres están en medio de un conflicto y, de alguna manera, estás atrapado en esa situación. Quizá están peleando por quién debe cuidarte, dónde vivirás o cuánto dinero se necesita para cubrir tus gastos. Todo te suena complicado y confuso, pero lo único claro es que ahora estás en este lugar.
Te rodean paredes grises, sucias, en un espacio viejo y descuidado, como si nadie hubiera pensado en hacerlo acogedor o al menos seguro para alguien como tú. No hay sillas cómodas donde puedas esperar tranquilo y los baños están cerrados. Te informan que no puedes usar tu celular, por lo que te quedas sin tus videos, caricaturas y sin nada que te permita relajarte. Tampoco hay lápices de colores, libros o algo que te distraiga. Sólo puedes esperar y esperar… El tiempo transcurre y sientes que has estado allí durante horas, sin saber realmente qué va a pasar.
Finalmente, alguien llega y te pide que entres a una oficina pequeña, de dos por dos metros. La silla en la que te sientan es muy alta, diseñada para adultos, así que tus pies no tocan el suelo, haciéndote sentir incómodo y fuera de lugar. No puedes ver a tus padres, pero hay tres personas en la oficina. Uno dice ser psicólogo, otro es el Ministerio Público —una palabra que no comprendes— y el tercero se llama “representante”, aunque nadie te explica claramente lo que significa.
Empiezan a hacerte preguntas. Algunas suenan difíciles o extrañas y no sabes bien cómo responder. ¿Debes decir lo que te indicaron antes de entrar o responder lo que realmente piensas? Tal vez lo mejor sería simplemente decir “sí” a todo, para que esto termine de una vez, porque estás cansado, tienes hambre, el estómago te duele por las ganas de ir al baño, y sólo quieres salir de ahí. Quieres regresar a un lugar donde te sientas seguro y puedas ser tú mismo otra vez.
Así es el Centro de Atención a Víctimas (CAVI) en Hidalgo. Lamentablemente este no es un caso aislado.
Protocolos aplicables en la toma de declaraciones a niños y niñas en México
En México, la toma de declaraciones a niñas, niños y adolescentes en contextos judiciales, especialmente en casos de abuso o violencia, requiere implementar protocolos especializados que protejan sus derechos y aseguren la integridad y precisión de sus testimonios. A continuación, se destacan los protocolos y principios clave que deben aplicarse para proteger a este sector:
Protocolo de Estambul
Aunque enfocado en víctimas de tortura, este protocolo proporciona un marco para casos de abuso psicológico, adaptándose a la edad y madurez del niño y asegurando un ambiente seguro y confidencial.
Protocolo de Actuación para Quienes Imparten Justicia en Casos que Afectan a Niñas, Niños y Adolescentes
Desarrollado por el Poder Judicial de la Federación, establece el interés superior del menor como el principio rector y requiere personal capacitado en técnicas de entrevista infantil para evitar la revictimización.
Protocolo de Entrevista Forense a Niños, Niñas y Adolescentes Víctimas de Violencia Sexual y Otros Delitos
La FGR recomienda utilizar cámaras de Gesell y personal especializado para realizar entrevistas forenses con técnicas adecuadas que respeten la espontaneidad y seguridad del infante.
Directrices del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF)
El DIF recomienda realizar entrevistas con psicólogos o trabajadores sociales presentes, minimizando la cantidad de entrevistas para reducir la presión sobre el niño y protegiendo su bienestar emocional.
Convención sobre los Derechos del Niño (CDN)
Este instrumento internacional, ratificado por México, establece el derecho del niño a ser escuchado y a que su opinión se tome en cuenta, según su edad y madurez.
Normas Internacionales en Psicología del Testimonio Infantil
A pesar de no ser leyes, estas normas sugieren usar preguntas abiertas y no sugerentes, además de evitar múltiples entrevistas para proteger la credibilidad del testimonio infantil y prevenir el impacto psicológico negativo.
Principio de Especialización
El personal que toma la declaración debe estar capacitado en atención a menores y en técnicas de entrevista forense para abordar con sensibilidad y respeto la recopilación de información.
Mis propuestas de Mejora para el Centro de Atención a Víctimas
Es claro que el CAVI en Hidalgo necesita adaptarse y alinearse con estos protocolos. Para crear un entorno verdaderamente respetuoso y seguro, desde mi perspectiva se sugieren las siguientes mejoras:
Optimización de las instalaciones
Renovar las instalaciones para crear un ambiente cómodo y adaptado, con espacios amigables y recursos de entretenimiento, como libros y lápices de colores.
Capacitación especializada
Los ministerios públicos, psicólogos y representantes deben recibir formación específica en entrevista infantil, psicología del desarrollo y psicología del testimonio para evitar la revictimización y mejorar la comprensión del proceso.
Reducir la cantidad de entrevistas
Delegar la declaración en psicólogos especializados o grabar las entrevistas para que los menores no deban repetir su testimonio innecesariamente.
Videograbación de entrevistas
Grabar las declaraciones de los menores con el consentimiento y supervisión adecuados, reduciendo la necesidad de múltiples entrevistas y protegiendo la exactitud del testimonio.
Análisis de declaraciones previas en procesos familiares
Examinar declaraciones anteriores para obtener antecedentes y así disminuir la carga emocional.
Examen de credibilidad del Testimonio
Implementar técnicas para validar la credibilidad del testimonio sin poner en riesgo el bienestar.
Enfoque en la Búsqueda de la Verdad
Recordar que la investigación debe enfocarse en esclarecer los hechos, no solo en construir una acusación, y que el testimonio infantil debe manejarse con sensibilidad y respeto.
Conclusión
La falta de aplicación de protocolos en el CAVI de Hidalgo representa un riesgo claro de revictimización para los niños, niñas y adolescentes que deben pasar por este proceso. Las condiciones actuales no sólo resultan inadecuadas, sino que evidencian una grave omisión en la protección de sus derechos. Es urgente que las autoridades revisen y adopten estas prácticas, recordando que cada niño merece ser escuchado en un ambiente seguro, comprensivo y adecuado a sus necesidades, libre de intimidación.
Con estas mejoras, sería posible transformar un espacio hostil en un entorno respetuoso y seguro, donde los menores en situación de vulnerabilidad encuentren no sólo justicia, sino también empatía y apoyo. Adaptar los espacios y procesos en los Centros de Atención a Víctimas a las necesidades de los niños es esencial para garantizar que sus derechos sean respetados en cada momento, ofreciendo así una justicia sensible y efectiva.
En nuestra próxima columna, abordaremos otro tema fundamental: la toma de declaraciones en sede judicial, analizando las medidas necesarias para asegurar que este entorno sea seguro y adecuado para los niños en procesos judiciales.
"Es urgente que las autoridades revisen y adopten estas prácticas, recordando que cada niño merece ser escuchado en un ambiente seguro, comprensivo y adecuado a sus necesidades, libre de intimidación", Alberto Calderón.
SEMBLANZA
Alberto Calderón
Abogado y experto en prueba testifical con especialización en Razonamiento Probatorio y Psicología del Testimonio. Dirige el despacho CIA Abogados y se distingue por su enfoque procesalista y su vocación por la justicia en tribunales y aulas. Para él, la especialización y el estudio son la base de toda defensa, guiado siempre por la justicia, la lealtad, la honradez y la coherencia.