Tras una bala perdida Hombre asesina a su vecino

06 de Marzo del 2025

Tras una bala perdida Hombre asesina a su vecino

Alejandro Rodríguez, perito médico de la Procuraduría, realizó la necropsia en el Servicio Médico Forense de Pachuca. Ahí el cuerpo sin vida del hombre que estaba frente a él vestía una playera verde, pantalón azul, calcetas y zapatos negros. Tenía un disparo en el pecho.

El cuerpo estaba en la plancha, inerte, el perito abrió el cráneo, revisó el cuello y el tórax, abrió el área abdominal y exploró los miembros inferiores. Tras la necropsia concluyó que la causa de muerte fue una anemia aguda secundaria a laceración pleuropulmonar consecutiva a herida por proyectil de arma de fuego penetrante en tórax. Una bala acabó con su vida.

Cinthya Rugerio, perito en criminalística de la Procuraduría llevó a cabo el levantamiento del cadáver en la Cruz Roja de Pachuca tras una llamada telefónica a la central operadora de radio. Encontró el cuerpo en el interior de un vehículo estacionado de la marca Chevrolet.

El cuerpo estaba recostado sobre el asiento posterior, con la cabeza en dirección norte, las extremidades superiores e inferiores en dirección sur recargas sobre el asiento posterior del auto estacionado en la Cruz Roja. De acuerdo con la perito Cinthya Rugerio el cuerpo no tenía signos vitales. Sobre la playera verde, a la altura del pecho, había una mancha de sangre.

Edgar Hernández, policía estatal, realizaba un recorrido a bordo de la patrulla con su compañero Roberto Martínez, cuando recibió un reporte del C5i de la Secretaría de Segu ridad Pública estatal, en el que le informaron que en el estacionamiento de la Cruz Roja se encontraba una persona sin vida.

Al llegar a lugar un paramédico le confirmó que, a bordo de un auto tipo Pointer, en la parte trasera, se encontraba un hombre sin vida, quien había recibido un impacto de arma de fuego. El policía recabó información con los familiares del occiso quienes contaron lo que había sucedido, por qué estaban ahí y quién le causó la muerte al hombre de playera verde.

***

Estaban conviviendo. Bebían unas cervezas en uno de los barrios de Pachuca, afuera de una tienda, cerca de una cancha deportiva. El hombre de playera verde estaba con su hermano y llamó por teléfono a un amigo para que subiera a convivir y llegó enseguida.

Ahí estaban los tres cuando apareció un vecino, se acercó al grupo, los saludó, pero como no traía dinero para las cervezas dijo que iría por algo para empeñarlo y comprar alcohol. Pasaron 20 minutos y volvió. Pero no lo hizo solo, traía un arma consigo.

Se las mostró, entonces hizo un disparo al aire, luego otro, otro y otro, cinco en total. Estaba probando el arma de fuego frente al grupo. Quiso hacer un disparo más, pero la pistola dejó de funcionar. Se encasquilló. La tomó entre sus manos, la manipuló, jaló del gatillo pero no disparaba, siguió insistiendo hasta que se escuchó un último disparo. Pero no fue al aire.

El disparo dio en el pecho del hombre de playera verde quien cayó de rodillas. De su boca salieron dos palabras que repitió en un par de ocasiones: “me dieron, me dieron”. Luego cayó boca abajo. El piso detuvo su cuerpo.

Su hermano al verlo caer al suelo se dio cuenta que le salía sangre cerca del corazón. Alcanzó a escuchar dos palabras de él: “ayudarme, ayúdame”. Miró al vecino a quien le gritó: “¡te pasaste!”. Lo insultó con rabia por lo que había hecho, se le fue encima pero el vecino corrió una calle abajo, lo siguió una cuadra y no lo alcanzó. Regresó con su hermano tirado en el suelo y vio cómo tenía los ojos en blanco. Entró en pánico y la gente, que ya se había juntado en el lugar, lo calmó. Llamaron a su familia y enseguida llegaron a la tienda.

Voltearon boca arriba al hombre de playera verde y la sangre escurría de su pecho, en el suelo quedó una mancha roja. Lo subieron a un auto y lo llevaron a la Cruz Roja. Su hermano no subió al carro. Fue una de sus hermanas quien le dio la noticia: no llegó con vida al hospital. Rompió en llanto.

En la Cruz Roja un paramédico revisó al hombre de playera verde. Ya no tenía signos vitales. No había nada qué hacer. Llegó la familia, su hija, y lo encontraron sin vida. Al lugar arribó la policía estatal, los peritos de la Pro curaduría y trasladaron el cuerpo al Servicio Médico Forense para la necropsia.

El vecino fue detenido, un Tribunal de Enjuiciamiento lo sentenció a diez años de prisión por el delito de homicidio doloso. El vecino y el hombre de playera verde se conocían desde niños. Afuera de la tienda, donde ocurrió el asesinato, una mujer encontró el casquillo de la bala, era de color dorado, calibre 22.




Plétora Lex
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Categorías: Historia

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