26 de Abril del 2025
PACHUCA. – Mayra llevó el féretro de su hermana Gloria afuera del edificio de la Procuraduría de Hidalgo para exigir 50 años de cárcel contra el feminicida que en próximas fechas enfrentará un juicio oral.
El reloj marca minutos antes de las 2 de la tarde del viernes 25 de abril y los rayos del sol aterrizan sobre el ataúd blanco con detalles de color dorado que resguarda el cuerpo de Gloria Sintia, localizada sin vida hace ocho años en el Yate, comunidad del municipio hidalguense de Agua Blanca.
La música de fondo casi no se escucha porque Mayra González Ángeles grita al megáfono para exigir justicia por su hermana “La Flaca”, como la apodaba de cariño. Se apoya junto al féretro repleto de flores blancas para recordar que años atrás, la Procuraduría fue omisa en el caso.
“Mi hermana no es un circo, pero era necesario hacerlo (…) me veo en la necesidad de traer el cuerpo de mi hermana para pedir justicia. Yo soy la voz de Gloria, Gloria siempre va a contar conmigo hasta el día de que me muera”.
El cuerpo de Mayra ya fue exhumado dos veces ante las negligencias judiciales, pero en esta ocasión fue para trasladarlo del panteón San Efrén localizado en el Estado de México hacia la protesta en la Procuraduría de Hidalgo y después, llevarlo a otro camposanto, esta vez en la entidad hidalguense.
El anterior panteón llegó a su máxima capacidad y ya no había posibilidad de que los restos de Gloria Sintia siguieran ahí. Por eso su hermana le eligió un nuevo lugar: Agua Blanca, donde a “La Flaca” más le gustaba estar y en donde también quitaron la vida cuando tenía 38 años.
“A ella le gustaba ese lugar, ahí pasó sus últimos momentos de vida, fue donde dio su último suspiro y aliento, además es un lugar muy bonito para que ella repose, que descanse".
En este municipio de Hidalgo la encontraron el 26 de enero de 2017, pero meses atrás la habían desaparecido. La última vez que sus familiares la vieron fue en el estado de Puebla el 20 de agosto de 2016.
El presunto feminicida fue aprehendido tiempo después, el 26 de mayo de 2022 en Mexicali, Baja California, pero aún no recibe sentencia por un juicio de amparo en el que intentó argumentar irregularidades en su detención, pero lo perdió. Mayra exige la pena máxima de 50 años que contempla el Código Penal para el Estado de Hidalgo.
“Gloria no va a morir porque ella siempre va a estar en mi memoria y todo aquel que me conozca va a saber por medio mío quién fue mi hermana. Gloria fue una mujer como tú, como yo, como todas que tenía proyectos de vida (…) de niñas hicimos una promesa, se supone que ella me tenía que enterrar a mí, no yo a ella”.
