Dr. Carlos Amador Chavela, su legado

10 de Julio del 2025

Dr. Carlos Amador Chavela, su legado

Cuando alguien parte de este plano terrenal inmediatamente nos vienen a la mente las palabras, las acciones, las anécdotas compartidas. Lo que nos lleva a la reflexión de la importancia de haberle dicho todo lo que sentíamos. En mi caso me quedo tranquilo al saber que a mi amigo Carlos Amador Chavela le demostré mi aprecio; no dejamos nada en el tintero, por platicar, por compartir y con muchos temas en común, degustar paella, el gusto por viajar, por leer, por algunas colecciones, por traer siempre a la plática vivencias y enseñanzas que tuvimos de mi hermano Marcos Souverbille.

Mi familia y amigos de Carlos, nos sentimos profundamente consternados por su partida. Al mismo tiempo nos sentimos orgullosos por todo lo que alcanzó desde haber estudiado la carrera de Derecho y obtener el grado de doctor, nunca dejó de estudiar, de prepararse, de compartir sus conocimientos en el aula en la que seguramente sus alumnos y las personas de las que fue instructor, lo conocieron por ser un profesionista de alto calado.

En el Instituto de la Defensoría Pública del Estado de Hidalgo que nos tocó crear con motivo de la implementación del Sistema Acusatorio Penal, su apoyo fue invaluable para activar el área de servicios periciales con las mejores herramientas que pusieron a la institución entre las mejores del país. 

El compromiso y profesionalismo nos permitieron destacar a nivel nacional como operadores jurídicos del nuevo paradigma en materia procesal penal. 

El paso del Dr. Carlos como servidor público íntegro por la áreas de la procuración de justicia y de seguridad pública en los tres órdenes de gobierno, le permitieron ser un investigador y criminalista muy completo.

Su curriculum vitae era extenso, difícil agotarlo en una lectura previa a una de sus presentaciones en paneles, conferencias y conversatorios. Me atrevo a afirmar que muy pocos elementos policiales en México han escalado hasta el doctorado y con todos los cursos de alta especialización nacional e internacional que tenía Carlos Amador  Chavela.

En el verano del 2008, fui invitado a una cena en Indianápolis, Estados Unidos, con mi amiga Juanita Watson, así como con el jefe de la Policía, el jefe de Bomberos, ambos de esa ciudad y el cónsul de México en Indiana. Proyectaron un video con un collage de fotografías musicalizado, en el contexto de la visita un año antes en la que Hidalgo tuvo importantes intercambios con la policía de allá y en ese grupo también fue Carlos Amador, cuando finalizó la proyección apareció la leyenda “A TRIBUTE TO A HERO”, lo que en verdad me conmovió y me dijeron que en su país un soldado, un policía, un bombero caídos en cumplimiento de su misión representaba el más alto honor para la sociedad estadounidense y por ello son considerados como héroes.

También dijeron que para ellos mi hermano Marcos Souverbille tenía ese reconocimiento, lo que agradecí enormemente. Hace unos días recibí la llamada de un americano que fue compañero de Carlos y me externó su consternación por lo sucedido a Carlos a la vez que su más amplio reconocimiento, también en México hemos recibido las mejores muestras de cariño, respeto y admiración por su trayectoria profesional, esas palabras han sido muy reconfortantes pues nos dejan claro que la misión de Chavela se cumplió y trascendió dejando un auténtico legado.

Agradezco sinceramente a Verónica Angeles y a Plétora Lex por permitirme escribir estas breves líneas sobre la vida y memoria del Dr. Carlos Amador Chavela quien también era colaborador de esta importante revista.

Carlos tenía 50 años de edad, era un hombre de principios y valores, amigo a carta cabal, con una lealtad a prueba de todo, una persona agradecida, amaba a México y por eso nunca renunció a formar nuevas generaciones de penalistas, de policías y de investigadores,  creyente en Dios, con un buen sentido del humor, carácter recio, que se había forjado en el ambiente más pesado de las áreas en las que incursionó y nunca sucumbió ante la tentación y ambición que priva en ese medio, sorteando casi todas las circunstancias pues de la muerte ninguno escapamos. 

Le demostré mi amistad, cariño y respeto hasta el último momento. Sólo me faltó decirle que lo consideraba como mi hermano, pero él lo supo todo el tiempo. Ahora en su reencuentro en la eternidad con mi hermano Marcos tendrán la mejor plática y compañía. 

Los buenos nunca mueren, sólo trascienden a una mejor vida. Hasta siempre, querido hermano Carlos.




Mario Souberville González
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Categorías: Jurídica

Tags: Legado de Carlos Amador Chavela, Hidalgo Mario Souberville González, Plétora Lex