22 de Julio del 2025
La diputada Hilda Miranda Miranda presentó ante el Congreso del Estado de Hidalgo una iniciativa que reforma al Código Penal estatal con el objetivo de reconocer la violencia vicaria como una modalidad específica de violencia familiar.
La propuesta busca visibilizar y sancionar esta forma de agresión que utiliza a hijas e hijos como instrumentos para dañar emocionalmente a las mujeres.
“Es una violencia que se ensaña con los vínculos más sagrados; busca doblegar, castigar y controlar a las mujeres a través del sufrimiento emocional de quienes dependen de ellas”, expresó la legisladora desde tribuna.
De acuerdo con la legisladora, la violencia vicaria no se limita al maltrato directo hacia la mujer, sino que se manifiesta a través de actos como impedir las convivencias ordenadas judicialmente, sustraer ilícitamente a hijas o hijos, iniciar juicios infundados con fines de desgaste emocional, o manipular a las infancias para romper el vínculo materno-filial.
Por ello, dicha reforma al artículo 243 Bis del Código Penal propone lo siguiente:
Definir con claridad la violencia vicaria y establecer sus formas más comunes, además de contemplar penas específicas para este tipo de agresión.
Es decir, de cinco a diez años de prisión y de 500 a mil días de multa para quien incurra en violencia vicaria.
También, se propuso que la pena aumente una mitad si el agresor tenía la guarda y custodia de los menores, además, de la pérdida de la patria potestad, suspensión del régimen de convivencia y medidas reforzadas de protección para las víctimas.
En el caso de violencia familiar general (que incluye violencia física, psicológica, sexual, económica, patrimonial o vicaria), las sanciones van de tres a ocho años de prisión y de 200 a 500 días de multa.
La propuesta también subraya que las penas por violencia vicaria serán independientes y acumulativas a las que correspondan por otros delitos que puedan derivarse de los mismos hechos.
Finalmente, la diputada enfatizó que la iniciativa no crea una figura jurídica nueva, sino que responde a una realidad persistente y silenciada que afecta a muchas mujeres. “Con esta reforma buscamos romper el silencio, garantizar justicia y brindar protección a las víctimas, especialmente a niñas, niños y adolescentes que están siendo utilizados como medios de control”.