03 de Octubre del 2025
Mauricio N., un joven de apenas 18 años que junto con su familia se dedica desde hace años a la venta de chilaquiles en las inmediaciones del Reloj Monumental, fue detenido el pasado 26 de septiembre por el presunto delito de posesión de droga con fines de comercio.
Su detención generó un amplio debate en redes sociales, donde usuarios denunciaron presuntas arbitrariedades por parte de elementos de seguridad, e incluso acusaron que estos habrían sembrado el narcótico.
Ese mismo día, a las 20:00 horas, se llevó a cabo la audiencia inicial, en la que el juez dictó prisión preventiva justificada para el imputado, quien se acogió al plazo de duplicidad constitucional de 144 horas.
Durante la continuación de la audiencia, realizada este viernes 3 de octubre, el juez Luis Raúl González Becerra resolvió reclasificar el delito imputado a Mauricio N. y modificar la medida cautelar, lo que permitió su salida del centro penitenciario.
Inicialmente, el joven fue acusado de narcomenudeo con fines de comercio; sin embargo, la defensa argumentó que la cantidad de droga incautada era mínima y no alcanzaba el umbral legal para considerarse con fines comerciales.
Asimismo, la defensa señaló que la totalidad de la sustancia fue utilizada en el análisis químico que confirmó que se trataba de metanfetamina, por lo que no habría material suficiente para realizar un segundo peritaje. No obstante, el Ministerio Público (MP) aseguró que la cantidad analizada era mínima, por lo que aún quedaba sustancia disponible en caso de requerirse una nueva prueba, lo cual fue reconocido por el juez.
Durante la audiencia, el MP también dijo contar con el testimonio de una mujer identificada como Karen N., quien presuntamente declaró que Mauricio se dedicaba a la venta de drogas. Sin embargo, al no contar con elementos para la localización a la testigo, la defensa argumentó que dicho testimonio carecía de validez. En su lugar, ofreció los nombres y datos de 30 personas dispuestas a testificar sobre los hechos ocurridos el 26 de septiembre, así como sobre la buena reputación del imputado.
La defensa indicó que las entrevistas refieren que Mauricio se encontraba en I negocio como vendedor de chilaquiles cuando fue detenido. También, aseguraron que los elementos policiacos se acercaron primero como clientes y, posteriormente, procedieron a arrestarlo, retirándole una bolsa en la que supuestamente se encontraba la droga.
Aunado a ello, denunció que hasta el momento no se ha entregado el material de videovigilancia del Reloj Monumental, el cual consideran un elemento clave para verificar si la detención se llevó a cabo conforme a los protocolos legales.
Luego de varias horas de audiencia, el juez concluyó que ambas partes coincidían en que la sustancia incautada era una droga, y aunque no se podía descartar la posesión, la cantidad correspondía más a una dosis para consumo personal. Por ello, reclasificó el delito a posesión con fines de consumo, lo que reduce la pena máxima de seis a tres años de prisión.
Respecto a la medida cautelar, la defensa solicitó que se eliminara la prisión preventiva justificada, y dijo que, tras la reclasificación del delito y considerando que el imputado no representaba un riesgo para la sociedad, Mauricio debía quedar en libertad y puntualizó que también existía evidencia sobre su estado de salud mental que impedía su encarcelamiento.
Aunque el Ministerio Público se opuso a la liberación total, reconoció que, por razones médicas, la medida cautelar podía modificarse.
Finalmente, el juez ordenó sustituir la prisión preventiva por resguardo domiciliario, al considerar como antecedente que Mauricio había recibido terapia psicológica en el DIF por problemas de depresión. Además, se tomó en cuenta el testimonio de su tía, quien lo visitó recientemente y aseguró que lo encontró más delgado, triste y con ideas suicidas.
El juez dio dos meses para la investigación complementaria.