06 de Noviembre del 2025
La legisladora Mónica Reyes presentó una iniciativa de reforma a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, con el objetivo de garantizar el derecho al libre desarrollo de la personalidad y a no ser sometidas a estándares de belleza coercitivos o discriminatorios.
Durante su exposición, la diputada señaló que este tipo de violencia ha sido normalizada en la sociedad, por lo que es necesario visibilizarla para promover entornos de igualdad y respeto en todos los ámbitos de la vida social, laboral y educativa.
“La imposición de ciertos estándares para ser considerada bella ha afectado a muchas mujeres de diferentes maneras. Estos patrones arbitrarios de belleza son parte de un sistema de prácticas y creencias que esperan que las mujeres se comporten de cierta manera y adopten un concepto hegemónico de cuerpo”, explicó Reyes.
Indicó que la violencia estética constituye una manifestación de violencia basada en género, que afecta de manera global a mujeres y niñas. Agregó que también puede entenderse como la presión social para cumplir un determinado prototipo físico, incluso cuando alcanzarlo implica riesgos para la salud mental y física.
Comentó que, aunque es un concepto relativamente nuevo, las mujeres y niñas han estado históricamente expuestas a estándares de belleza impuestos, y se les ha hecho creer que deben alcanzarlos para tener éxito o ser aceptadas socialmente.
Además, advirtió que esta forma de violencia contribuye a la sexualización y cosificación de las mujeres, reduciéndolas a su apariencia y pretenden restar valor a su inteligencia, pensamiento y emociones. “Se les ve como un envase bonito, no como personas con capacidades y sentimientos”, afirmó.
Reyes destacó que la violencia estética se ha vuelto especialmente visible en el ámbito público y en redes sociales, donde se utiliza como herramienta para desestimar o deslegitimar la voz de las mujeres.
Subrayó que los insultos o críticas hacia el cuerpo físico no son simples opiniones personales, sino expresiones de violencia estética que deben ser reconocidas, visibilizadas y sancionadas.
La iniciativa define como violencia estética todo acto que ejerza presión sobre las mujeres para que su apariencia física se apegue a un ideal estético determinado, lo que vulnera su derecho al libre desarrollo de la personalidad y a decidir sobre su apariencia. También incluye ataques, burlas o señalamientos directos hacia su físico, especialmente en espacios digitales y redes sociales, con el fin de humillar, controlar o menospreciar, así como cualquier otra conducta que dañe la dignidad, integridad o libertad de las mujeres.